La novelística peruana se ha visto
asediada por multitud de temas a través de todos los tiempos, historias de todo
género, asunto y tópicos que han enriquecido esta maravillosa vertiente de la
Literatura; no obstante la novedad y la innovación han sido elementos poco
presentes en la narrativa nacional; en Ranguayo, de Jorge Mendoza
Aramburú, encontramos estos dos aspectos de vital importancia para conseguir
una obra lograda, gratificante y duradera. La historia de una minera, desde su
apogeo hasta su caída, las vidas de diversos personajes que desfilan alrededor
de esta como parte de una maquinaria que no puede detenerse y a la cual es
necesario mantener en marcha. Relatos de amor, desamor, de sacrificio, de
sufrimiento, de violencia, de aprendizaje, de mitos, de alegrías; todo ligado,
entrelazados mediante el hilo fino de una prosa sencilla y eficaz, de un estilo
armonioso y sobrio. Una construcción ambiciosa que obtiene resultados
majestuosos, una estructuración encomiable, la cual nos conduce por las entrañas
del mundo minero, sus gracias y desgracias, los secretos de un universo al cual
no habíamos tenido acceso hasta ahora. Es tiempo de develar la cortina y
adentrarnos, de descubrir, de sentir, de vivir. Jorge Mendoza Aramburú lo ha
conseguido, ha escrito la novela peruana más importante del presente siglo.
Carlos Enrique Saldivar